Poner en palabras lo que sentimos, tanto en la sensibilidad como en el odio, eso es humano.
En el año 2007 el “Pla Director de Salud Mental i Adiccions” de Cataluña determinó que los diferentes servicios de Salud Mental se integraran en el entorno de las Áreas Básicas de Salud, puerta de entrada de la población al sistema sanitario.
En los distritos dónde la Fundación Eulalia Torras de Bea tenía la responsabilidad de atender a los menores y sus familias se hacía evidente la necesidad de una presencia más continuada y directa de los profesionales en salud mental infantojuvenil en los servicios de atención primaria. Esta evidencia era avalada por las diferentes demandas y dificultades con las que nos encontrábamos, tanto los profesionales de las Áreas Básicas de Salud como los del los centros de Salud Mental Infantojuvenil, para dar una correcta atención a un sector de la población.
Por parte de los dos Servicios se hacia evidente la eficacia de trabajo con las familias que favorecían factores de protección a lo largo de la crianza y de prevención de trastornos emocionales y mentales en los niños.
Nos planteamos llevar unos niveles, que podemos denominar “básicos” de salud mental, a su ambiente natural: las áreas básicas de salud. Por ello, la Fundación se propuso incorporase presencialmente y de manera continuada en los ambulatorios.
Se pudo comprobar con esta experiencia que la presencia de psicólogos y psiquiatras sensibilizaba y favorecía la demanda, en tanto que se empezó a abrir un espacio para entender la salud de manera más global De la inmediatez, con la que se pudo atender las demandas de las familias se desprendieron ventajas, pero también algún inconveniente.
